martes, 18 de marzo de 2014

, LA FIESTA DEL TABERNACULO Y JESÚS LA FUENTE DE AGUA DE VIDA

SIGNIFICADO DE LA FIESTA DEL TABERNÁCULO Y EL CONTEXTO EN EL CUAL JESÚS DIJO: "SI ALGUNO TIENE SED, VENGA A MI BEBA" (Primera parte) 

En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. (Juan 7: 37,38)

Evidentemente, cuando uno piensa, en que último día de la fiesta fue, que Jesús se puso en pie y alzo diciendo estas cosas...Entendemos que se trata de la fiesta de los tabernáculos, por lo que dicen otros versículos atrás. (Ver Juan 7:2)

Para entender un poco mas, sobre el contexto, en el cual Jesús se puso en pie y dijo estas cosas, tenemos que entender adecuadamente el significado de esta fiesta.

La fiesta de los Tabernáculos, era la tercera de las tres grandes fiestas judías. Estaban obligados a asistir todos los varones que vivieran a menos de veinticinco kilómetros de Jerusalén. Caía corrientemente a finales de septiembre, el 15 del séptimo mes hebreo y como todas las grandes fiesta tenían su doble significado.

Tenía un significado histórico. Recibió su nombre del hecho de que, mientras duraba, las familias salían de sus casas y vivían en tiendas. Durante la fiesta, surgían tiendas por todas partes: en las azoteas de las casas, en las calles, en las plazas públicas, en los jardines y en los parques y hasta en los mismos atrios el templo. La ley establecía que las chozas no podían tener una estructura permanente, sino ser hechas sólo para la ocasión. Las paredes eran de ramas o frondas, capaces de proteger del tiempo pero dejando pasar el sol. La cubierta era de paja o cañas, pero trenzadas de tal manera que se pudieran ver las estrellas desde dentro. El significado histórico de todo esto era recordarle al pueblo de una manera inolvidable que en su pasado habían sido peregrinos por el desierto sin techo sobre sus cabezas.

Era una fiesta especial que estaba íntimamente relacionada con las palabras de Jesús. Todos los días de la fiesta venía al templo la gente con sus ramas de palmera y de sauce, y formaba con ellas una especie de pasillo que daba la vuelta al altar mayor. Al mismo tiempo, un sacerdote llevaba una vasija de oro, con una capacidad, para un litro y medio de liquido, al estanque de Siloé y la llenaba de agua. Luego volvía y entraba por la puerta del Agua mientras la gente recitaba Isaías. 12:3: "¡Sacad con gozo aguas de las fuentes de la salvación!» El agua se subía al altar del templo y se derramaba como una libación al Señor. Mientras tanto, el coro de los levitas con acompañamiento de flautas cantaba el hallel, es decir, los Salmos 113-118: Cuando llegaban a las palabras «Alabad al Señor porque Él es bueno» Salmos: 118:1 ), y también a las palabras "Oh Señor, sálvanos ahora» (Salmos 118:25 ), y por último a las palabras finales «Alabad al Señor porque El es bueno» (Salmos.118:29), los que participaban en el culto gritaban y mecían las ramas hacia el altar. Toda aquella ceremonia dramática era una acción de gracias por el don de Dios del agua, y una oración por la lluvia, y un recuerdo de cuando salió agua de la roca cuando el pueblo estaba en el desierto. El último día de la fiesta, esta ceremonia era especialmente impresionante, porque daban siete vueltas al altar en memoria de la marcha de siete vueltas alrededor de las murallas de Jaricó, que cayeron e Israel conquistó la ciudad.

En ese contexto, y tal vez en ese mismo momento, resonó la voz de Jesús: «¡EL QUE TENGA SED; VENGA A MI A BEBER!» Es como si Jesús dijera: «Estáis dando gracias y gloria a Dios por el agua que calma la sed de vuestro cuerpo. Venid a Mí, y satisfaré la sed de vuestra alma.» Estaba usando aquel momento dramático para trasladar el pensamiento de la gente a la sed de Dios y de las cosas eternas...

JESÚS LA FUENTE DE AGUA QUE SACIA, NUESTRA SED. (Segunda parte)

Juan 7:37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.

Juan 7:38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Después de haber reconstruido el trasfondo vivo de este pasaje, cabe la pregunta, sobre aquello que quiere decir Jesús, cuando dice " El que cree en mi, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva".

- Esta dirigido hacia la persona que lo recibe: Tendrá un río de agua refrescante fluyendo en su interior, esto también hace alusión a lo que le dijo a la mujer samaritana cuando le dijo: "Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte (brote) para vida eterna".

Por lo tanto podemos decir, que lo que Jesús esta diciendo acá es: que lo que van a él y lo aceptan y lo reciben, serán beneficiados por un caudal vivificador del Espíritu Santo; que Jesús les dará para que sean satisfechos de la sed espiritual que hay en el interior de cada ser humano. atribuyéndole una nueva vida, de pureza y satisfacción.

Con esto deja aclarado y en evidencia, que la sed interior que cada ser humano padece, no la satisface, el placer, no la satisface, el materialismo, no la satisface, el reconocimiento que se pueda tener de los demás, no la satisface, el viajar por todo el mundo y conocer nuevos lugares, no la satisface, la estética o el narcisismo, no la satisface el éxito o los sueños alcanzados; no la satisface las aventuras y descubrir nuevas sensaciones; no la satisface, el poder; ni la satisface, los ritos y las tradiciones; SINO QUE EL ÚNICO QUE SATISFACE NUESTRA ALMA ES JESUCRISTO, PORQUE EL ES EL AGUA QUE SACIA NUESTRO SER.