martes, 8 de abril de 2014

TUS PALABRAS



Tus Palabras fueron tizones encendidos 
En la agonía de un corazón desabrigado.
Vendavales simultáneos que luego lo avivaron
Al yacer mi alma, como el día, en su hastío.

Tus Palabras fueron caudales de ríos.
En la aridez de mi alma desecada.
Miel sobre el amargo gusto del olvido
Pan y leche en la hambruna dilatada.

Tus palabras fueron de trato tierno y suave
Cual mano que venda y sana, la herida de un ala.
Para que vuele libre y alto, como un ave.
Atravesando tormentas impetuosas como un águila.

¿Como podré olvidarme de tus Palabras?
¿Cómo podría no ansiarlas, ni buscarlas?
Si los dichos de tu boca me han revivido.
Cuando muerto estaba y por ella hoy vivo.

¿Como podría, un momento no recordarlas?
¿Cómo podría seguir sin oírlas y estar orientado?
Si ellas, en las densas sombras, me han alumbrado.
Y en las más aguerrida batallas, han sido mi espada.

OH! Cuanto amo tus Palabras; nunca ellas me falten
Ellas son mi sostén, ellas son mi abrigo.
Sin ellas moriría de sed, sin ellas moriría de hambre.
Ellas son el faro, por la cual hoy me guío.

Hernán García Romero. 08/ 04/ 2014