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martes, 9 de julio de 2013

EL PROFETA.

JEREMÍAS. 23: 16. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con VANAS ESPERANZAS; hablan VISIÓN DE SU PROPIO CORAZÓN, no de la boca de Jehová.

17. Dicen atrevidamente a los que me irritan: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros.

18. Porque ¿QUIÉN ESTUVO EN EL SECRETO DE JEHOVA, Y VIO, Y OYÓ SU PALABRA? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la oyó? 

Un genuino Profeta antes de emitir una palabra de parte de Dios debe pasar tiempo en lo secreto. Nuestra relación con Dios se cultiva en nuestra intimidad con el Padre. No estoy de acuerdo con los profetas que engañan hoy en día a los creyentes con VANAS ESPERANZAS y mucho menos con los profetas que no incomodan a nadie con sus predicaciones, los profetas a lo largo de la Biblia no fueron personajes muy gratos y apreciados, ellos hablaban sin prejuicio y cuando tenían que exhortar lo hacían sin ningún temor alguno al que dirán. Yo creo que es la tarea de un profeta, advertir a voz alta a aquellos que están durmiendo cuando se acerca un peligro; como un atalaya sobre los muros.. Cuando un profeta está siendo aceptado y reverenciado, es porque su mensaje no esta siendo consistente.

El profeta provoca una cierta molestia con sus llamados al arrepentimiento, cuando demanda los quebrantamientos a los ídolos y el desmoronamiento de las estructuras existentes que impiden que el “vino nuevo” sea contenido con eficacia en el “odre”.En este aspecto, yo he sido bastante defraudado con algunos de los "profetas" actuales. Parece que muchos de ellos han decidido enfatizar sobre el avivamiento venidero, en vez de alertarnos acerca del peligro inminente. Creo que en este aspecto tiene que haber un equilibrio, no todas las profecías deben estar comprendidas en exhortaciones y juicio, ni tampoco “paz y prosperidad”. El don de profecía comprende, como dice la Biblia en 1 Corintios 14:3: “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación; y consolaciónSi Dios le muestra a un profeta que el juicio es inminente, entonces él tiene que disponer de todos los medios posibles para alertar a la gente, ¿no cierto? De otra manera no está cumpliendo la tarea que Dios le encomendó; pues somos responsable delante de Dios,  tanto de lo que decimos y callamos.

Estoy convencido que en estos tiempos Dios esta separando a un remanente que hable la verdad sin prejuicios, ni tabúes. Son hombres valientes y sagaces; son aquellos que fueron despreciados; rechazados; blasfemados; incomprendidos; criticados; sufrieron la soledad; muchos menospreciados en las congregaciones; familias; ciudades etc. hombres viles, humildes y sencillos, pero que pasaron tiempo con Jesús en ayuno y oración y le conocen, experimentaron; “el desierto”, “el Getsemani”, y la “cruz”; son gente de carácter firme y con celo de Dios; son los Elías de los últimos tiempos que hablan palabra bajadas del Trono de Dios con hambre y sed de justicia y con el deseo enorme de preparar el camino para que el Señor venga por su iglesia.  

Dios los está entrenando porque serán "la voz de Uno que sigue clamando en el desierto, preparad el camino del Señor”.