lunes, 8 de julio de 2013

Reflexión sobre el milagro de Bartimeo ante Jesús.

Estaba meditando sobre Bartimeo; el ciego que cuenta la Biblia que estaba sentado al lado del camino mendigando y en el momento que oyó que era Jesús; comenzó a clamar por misericordia, diciendo ¡JESUS HIJO DE DAVID TEN MISERICORDIA DE MI! Marcos quien escribe este relato, nos dice que los que estaban con Jesús les reprendieron para que se callase, pero el clamaba mucho mas. 

¿Cuantas veces en medio de nuestra desesperación, cuando tomamos la iniciativa de clamar y de buscar a Dios para que el obre milagrosamente en nuestras vidas, se levantan voces que nos reprenden para que callemos y no invoquemos la misericordia y el poder de Dios? Sin embargo Bartimeo clamo más fuerte. Bartimeo no iba a dejar pasar la oportunidad que tenía en su vida. El ya había oído hablar de Jesús y creía que el podía cambiar su vida para siempre. Para Bartimeo lo único que importaba era su milagro y no iba a desaprovechar la oportunidad que tenía por delante. "Alguien dijo...Las oportunidades vienen como tortuga y se van como liebre" La biblia nos dice que tiempo y ocasión nos acontecen a todos, el secreto esta en saber aprovechar las oportunidades que la vida nos presenta, para tener un encuentro con Jesús.

La historia continua con Jesús deteniéndose ante al clamor del ciego Bartimeo, diciéndole a los que estaban con él que llamen a Bartimeo y esta parte sinceramente me conmueve, por la actitud que tiene Bartimeo ante el llamado de Jesús. Literalmente el relato dice así: ... El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. (Marcos 10: 46-52)

..."El entonces ARROJANDO SU CAPA, se levanto y vino a Jesús."...

La capa representaba el impedimento que posiblemente podía tener Bartimeo, para llegar a Jesús. La capa era tan importante para Bartimeo, como para el joven rico lo eran sus bienes. Sin embargo el no dudo un segundo en arrojarla, para levantarse e ir mas a prisa hacia Jesús.

Para seguir a Jesús debemos de despojarnos del manto de la autosuficiencia y de todo peso y pecado que nos asedia, en nuestro seguimiento a Jesús.

Recuerda que cuando estés clamando por un encuentro con Jesús y por un milagro sobre tu vida, se levantaran las voces del desaliento y de la incredulidad, pero tú clama más fuerte y despójate de toda autosuficiencia y de todo impedimento que sea un estorbo para seguir a Jesús.

Mi testimonio.

MI TESTIMONIO.


Recuerdo que de niño era muy inquieto y travieso. Vivía en un departamento, en una urbanización (Barrio) de clase media. Debido a los espacios reducidos que mi hogar disponía; de niño pasaba el mayor tiempo en la calle, donde me encontraba con otros chicos de mi edad; algunos eran mayores que yo y jugábamos en la calle a toda clase de juegos, que en ese entonces se solía jugar, como por ejemplo al fútbol  con coches de juguete de carrera, entrábamos a casa abandonadas etc. Con el mismo circulo de amigos crecí y cuando llegamos a ser adolescentes a la edad de 16 años de edad o un poco antes habíamos empezado a ir a bailar juntos, uno del grupo de mis amigos ya había comenzado a fumar marihuana, luego le siguió otro hasta que en un día luego de tantas burlas e insistencias probé el alcohol y la marihuana, la primavera vez que había consumido marihuana, no me había parecido una droga tan fuerte, como se decía. A lo primero pensaba consumir unas ves por semana, pero este sentimiento duro muy poco, ya que después empezó hacer a diario dicho consumo de la marihuana y por curiosidad de saber como serían las otras drogas, consumí luego cocaína, y LSD y fui miembro de una hinchada de fútbol  lo que en Argentina se los denominan barras bravas. fue así que todo lo que empezó como una curiosidad y una diversión, con el correr de los años se transformó en una pesadilla, de la cual sentía que no podía salir jamás. 

Si bien en mi familia; conformada por padre, madre y dos hermanas, una mayor a mí y la otra menor; era de una creencia católica apostólica romana, yo creía en Dios; claro a mi manera y rezaba el padre nuestro todos los días desde que tenía 7 años. Un día, ya al tener 13 años tuve un sueño que para mi fue trascendental. Soñé que Jesús estaba en la esquina de mi casa y yo maravillado, le preguntaba como eran las cosas en el cielo y me dijo: “El número 7 Hernán”, yo la verdad no sabía porque me contesto diciéndome el número 7 y en el sueño pensaba… Luego con su mano hizo un ademán hacía arriba y me dijo que mire hacia el cielo, cuando dirigí mi vista hacía el cielo, vi una batalla de un lado habían caballos negros con alas y soldados romanos con arco y flecha y del otro lado, caballos blancos con alas con arcos cruzando flechas entre los dos bandos, acto seguido mire hacia el piso y vi la tierra abrirse y había lava en la parte mas profunda. Sinceramente me desperté algo asustado pero para mi no fue un sueño mas, desde ese entonces busque una biblia para leer y al encontrarla al leer el libro del Apocalipsis me lleve la sorpresa de la cantidad de veces que se repetía el numero 7 y sobre lo que leí con respecto al Armagedón, después de ese sueño Cristo se había hecho mas real en mi vida. En el tiempo que yo me drogaba, tenía sueños esporádicos donde soñaba con nombres bíblicos de los libros de la Biblia,. Recuerdo que soñé con la palabra bien grande que decía SALMO. Y luego al ir a la biblia estaba ahí. Gente cristiana evangélica que me encontraba me decía que Dios tenía grandes cosas para mí.

Todas estas experiencias espirituales que tenía afloraban en mi mente cuando estaba mal y buscaba a Dios. 

En cierto momento me encontré con un compañero que me vendía droga, el estaba acercándose a Dios, y en uno de esos encuentros que teníamos me llevo en su taxi, al sentarme en el automóvil de él. Cerca de la caja de cambio, vi una Biblia y como mi Biblia no tenía las dos primeras hojas del génesis, tome la Biblia que estaba en el automóvil y la empecé a leer. Luego le pregunte a mi amigo que manejaba el taxi, que dicen de Jesús y el me contesto que Jesús había venido a mediar por nosotros, por nuestro pecados y que al orar o pedirle algo a Dios debía de hacerlo en su nombre. Yo sentí en ese momento que si le pedía algo tal como mi compañero me lo había enseñado, Dios me lo iba a dar. Recuerdo que hacía poco había terminado de estudiar Jardinería y en ese tiempo estudiaba en tiempo nocturno.

Luego que había terminado de hablar con mi amigo, me fui corriendo a mi casa y le dije a Dios de esta manera. “Dios si es así que me debo dirigir contigo y pedirte todo en el nombre de Jesús; te pido que me des un cliente de Jardinería”, ese día después de hacer esa oración, proseguí con mis quehaceres naturalmente y al llegar de estudiar a la noche, mi mamá me salió al encuentro cuando yo regresaba a mi casa, para notificarme que me habían llamado de un trabajo, en ese instante me acorde de la oración que había hecho en el nombre de Jesús y que Dios me había respondido. Desde ese entonces siempre hasta el día de hoy me dirigí a Dios de esta manera, pidiéndole todo en el nombre de Jesús.

Transcurrido varios meses me encontré en otro momento con quien me había hablado de Jesús en el taxi y le comente que había tenido un buen resultado lo que me había enseñado, el me dijo que estaba mal y que se iba a un retiro espiritual, realmente se lo veía tan mal que en su aspecto daba la impresión que se estaba por morir. Al llegar mi amigo me contó que Dios le había hecho libre de las drogas, según él, consumía cinco gramos de cocaína por día, fumaba de seis a siete cigarrillos de marihuana, tomaba alcohol y fumaba dos atados de cigarrillos de tabaco. A mi me parecía extraño que haya dejado tan rápido por lo tanto decidí pasar tiempo con él para corroborar si era cierto. En el tiempo que estaba cerca de él, sentía paz y la verdad no consumió nada delante mío. Una noche le pedí a Dios que si el quería que vaya a congregarme con él, que como señal me de otro cliente de jardinería y fue así que ese día tal cual me había pasado antes, al llegar de mis estudios mi madre me notificó que me habían llamado de un nuevo trabajo. Antes de que llegará el fin de semana, lo busque y le dije que quería ir al iglesia con él, Fue así que ese fin de semana fui a la iglesia con él, y al llegar recuerdo con el amor que veía que los fieles le cantaban a Dios. El mensaje que dio el pastor fue “El camino hacia la bendición” tomando como referencia el testimonio de Abraham que fue obediente al llamado de Dios y que dejo su tierra y su parentela para ir tras el camino que Dios le indicara, es decir entrego todo por fe. Al terminar el sermón el pastor hizo un llamado a entregarlo todo por Jesús, de modo que empecé a entregarle todo a Dios, las drogas, mis temores, el control de las cosas, mi futuro, la fornicación, mi familia etc. Luego me arrepentí de todos mis pecados y confesé que le iba a seguir y servir toda mi vida. Ese día sentí que había despertado de una pesadilla y que todo comenzaba otra vez, sentí felicidad, sentí paz, sentí gozo y sentí lo que jamás me había hecho sentir ninguna droga, veía la vida con otro brillo. al mes me bautice y a los dos meses y 8 días de haber ido por primera vez a la iglesia recibí el bautismo del Espíritu Santo. Ya pasaron 13 años y la verdad que Cristo me cambio la vida, nunca he dejado de servirle, de amarle y de buscarle, le he servido en varias arias y siento que cada día esta mas cerca de cumplir el propósito al cual el me ha llamado. 

Pastor: Hernán García Romero.

En los años 60 sesenta, el rock and roll y otros géneros de música fue un instrumento que uso Satanás para esclavizar a toda una generación