¿QUIEN ES LA REINA DEL CIELO?

¿Quien es esta “reina del cielo”?

¿Qué consecuencia trae la idolatría?

¿Que piensa Dios sobre este pecado y como procede ante tal? 

JEREMÍAS 7:18. Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la masa, PARA HACER TORTA A LA REINA DEL CIELO y para hacer ofrendas a DIOSES AJENOS, para PROVOCARME IRA.

19. ¿Me provocarán ellos a ira? dice Jehová. ¿No obran más bien ellos mismos su propia confusión?

20. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí que MI FUROR y MI IRA se derramarán sobre este lugar, sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra; se encenderán, y no se apagarán.

JEREMÍAS 40: 17…”Sino que ciertamente pondremos por obra toda palabra que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso A LA REINA DEL CIELO, derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes, en las ciudades de Judá y en las plazas de Jerusalén, y tuvimos abundancia de pan, y estuvimos alegres, y no vimos mal alguno”...

¿Quien era esta reina del cielo?, la cual en el único lugar de toda la biblia que habla sobre la reina del cielo es en el libro de Jeremías?

“La reina del cielo era Ishtar era la diosa babilónica del amor y la guerra, de la vida, de la fertilidad, y patrona de otros temas menores. Se asociaba principalmente con la sexualidad: su culto implicaba la prostitución sagrada.

En Sumeria era conocida como Inanna (siendo dos diosas distintas, que representan lo mismo) y posteriormente en Babilonia, y en su zona de influencia cultural en todo Oriente Medio recibe los títulos honoríficos de Reina del Cielo y Señora de la Tierra.

Semiramis la que amamanta al dios Tammuz, es la misma diosa que Afrodita y que la diosa egipcia Isis, que alimenta a Horus.1

La historia relata que en aquel entonces existía una reina llamada SEMIRAMIS en cuyo vientre crecía su hijo TAMUZ, que según aquella religión, habría concebido virginalmente. Aquel hijo era la encarnación del Dios Sol (RA para los egipcios y BAAL para los Caldeos)

Según mi observación considero demasiado coincidente que la imagen de Semiramis amamantando a Tammuz, tiene relación con la imagen que vemos de la diosa Isis con su hijo Horus y con María con Jesús en brazos. Y más coincidente es aún, que se le llame a María, la reina del cielo. El mismo nombre que Jeremías declara haciendo mención de la diosa.

Dios aborrece y abomina la idolatría.
Deuteronomio 16:22: ni te levantarás estatua, lo cual ABORRECE Jehová tu Dios.

Deuteronomio. 12: 29-31.

12:29 Cuando Jehová tu Dios haya destruido delante de ti las naciones adonde tú vas para poseerlas, y las heredes, y habites en su tierra,

12:30 guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; NO PREGUNTES ACERCA DE SUS DIOSES, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré.

12:31 No harás así a Jehová tu Dios; porque toda cosa ABOMINABLE que JEHOVA ABORRECE,

LA IDOLATRIA LE PROBOCA IRA A DIOS.

Jeremías 7:18. PARA HACER TORTA A LA REINA DEL CIELO y para hacer ofrendas a DIOSES AJENOS, para PROVOCARME IRA.



LA IDOLATRIA CAUSA RUINA.

Salmos 106:36: Y sirvieron a sus ídolos,
Los cuales fueron causa de su ruina.

DIOS CONDENA LA IDOLATRÍA Y LA JUZGA.

Exodo 32: 35. Y Jehová hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.

Ezequiel 21:31 y derramaré sobre ti mi ira; el fuego de mi enojo haré encender sobre ti, y te entregaré en mano de hombres temerarios, artífices de destrucción.

LA IDOLATRIA CONTAMINA LA TIERRA.

Una nación, un estado, una urbanización, un hogar, una persona que practica la idolatría, es un territorio contaminado por falsos dioses y esta bajo opresiones de maldición y juicio de Dios.

Ezequiel 36:18: Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que derramaron sobre la tierra; porque con SUS IDOLOS LA CONTAMINARON.

En este tiempo Dios esta llamando a un arrepentimiento radical, con relación a las idolatrías que no es solo una imagen de madera, de plata, de oro, etc, sino que es todo aquello que ocupa el lugar en nuestro corazón que a Dios le pertenece.

. Ezequiel 14:6: Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice Jehová el Señor: Convertíos, y VOLVEOS de vuestros ídolos, y apartad vuestro rostro de todas vuestras abominaciones.

Un verdadero siervo de Dios jamás va a tomar con liviandad este pecado tan abominable para Dios y mucho menos adular a quienes lo practican.

ESTAS SON ALGUNAS DE LAS REACCIONES DE SUS SIERVOS.

MOISES: Exodo 32: 19. Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ARDIO LA IRA DE MOISES, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.

JEREMIAS Jeremías 6:11: Por tanto, estoy lleno de la IRA de Jehová.

ELIAS: 1 Reyes 19:10: El respondió: He sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos.

PABLO: Hechos 17:16: Mientras Pablo los esperaba en Atenas, SU ESPÍRITU SE ENARDECÍA viendo la ciudad entregada a la idolatría.

No podemos ser pusilánimes ante este pecado en nuestra nación, nuestro estado, barrio, urbanización, hogar congregación etc.

Tengamos frescas en nuestras memorias la palabra de Dios.

2 Corintios 6:16: ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los IDOLOS? Porque vosotros sois el TEMPLO del Dios viviente…

No puede haber jamás un acuerdo entre el templo de Dios y los ídolos. Son totalmente incompatibles. Aunque Satanás quiera hacernos ver lo que no es.

Es un tiempo donde Dios esta obrando con juicio por el pecado de idolatría.

Oremos e intercedamos por nuestra naciones, para que Dios traiga convencimiento de pecado por medio del Espíritu Santo y se arrepientan del pecado de idolatría, todos aquellos que lo practican o son participes conscientes e inconscientemente de la idolatría.

Oremos por sus conversiones genuinas y por un verdadero despertar en sus corazones.

Y oremos por nuestras naciones, por nuestras provincias o estados, por nuestros barrios o urbanizaciones, por nuestras familias con el fin de que se vuelvan de sus malos caminos y se entreguen a Dios.