Estaba meditando sobre Bartimeo; el ciego que cuenta la Biblia que estaba sentado al lado del camino mendigando y en el momento que oyó que era Jesús; comenzó a clamar por misericordia, diciendo ¡JESUS HIJO DE DAVID TEN MISERICORDIA DE MI! Marcos quien escribe este relato, nos dice que los que estaban con Jesús les reprendieron para que se callase, pero el clamaba mucho mas.
¿Cuantas veces en medio de nuestra desesperación, cuando tomamos la iniciativa de clamar y de buscar a Dios para que el obre milagrosamente en nuestras vidas, se levantan voces que nos reprenden para que callemos y no invoquemos la misericordia y el poder de Dios? Sin embargo Bartimeo clamo más fuerte. Bartimeo no iba a dejar pasar la oportunidad que tenía en su vida. El ya había oído hablar de Jesús y creía que el podía cambiar su vida para siempre. Para Bartimeo lo único que importaba era su milagro y no iba a desaprovechar la oportunidad que tenía por delante. "Alguien dijo...Las oportunidades vienen como tortuga y se van como liebre" La biblia nos dice que tiempo y ocasión nos acontecen a todos, el secreto esta en saber aprovechar las oportunidades que la vida nos presenta, para tener un encuentro con Jesús.
La historia continua con Jesús deteniéndose ante al clamor del ciego Bartimeo, diciéndole a los que estaban con él que llamen a Bartimeo y esta parte sinceramente me conmueve, por la actitud que tiene Bartimeo ante el llamado de Jesús. Literalmente el relato dice así: ... El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
Respondiendo Jesús, le dijo: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dijo: Maestro, que recobre la vista.
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. (Marcos 10: 46-52)
..."El entonces ARROJANDO SU CAPA, se levanto y vino a Jesús."...
La capa representaba el impedimento que posiblemente podía tener Bartimeo, para llegar a Jesús. La capa era tan importante para Bartimeo, como para el joven rico lo eran sus bienes. Sin embargo el no dudo un segundo en arrojarla, para levantarse e ir mas a prisa hacia Jesús.
Para seguir a Jesús debemos de despojarnos del manto de la autosuficiencia y de todo peso y pecado que nos asedia, en nuestro seguimiento a Jesús.
Recuerda que cuando estés clamando por un encuentro con Jesús y por un milagro sobre tu vida, se levantaran las voces del desaliento y de la incredulidad, pero tú clama más fuerte y despójate de toda autosuficiencia y de todo impedimento que sea un estorbo para seguir a Jesús.