miércoles, 10 de julio de 2013

¿ CUÁL FUE LA ENSEÑANZA QUE JESÚS NOS QUISO DEJAR CON EL LAVAMIENTOS DE LOS PIES A SUS DISCÍPULOS ?

¿ CUÁL FUE LA ENSEÑANZA QUE JESÚS NOS QUISO DEJAR CON EL LAVAMIENTOS DE LOS PIES A SUS DISCÍPULOS ?

En mi sentir cuando alguien sabe que le queda muy poco tiempo de vida y que se aproxima el momento de pasar de un lado al otro. Lo que se hace, se dice y lo que se demanda, tiene una amplia relevancia.
La Biblia narra que Jesús el Rey sobre todo los reyes y el Señor de señores, el Hijo de Dios, le lavo los pies a sus discípulos antes de que llegara su hora.
Y ese acto lleno de amor y de humildad, nos dirige a la siguiente pregunta ¿Porque Jesús poco antes de morirse, tomo una toalla, la mojo en agua en el lebrillo (vasija con borde ancho) y comenzó a lavar los pies de sus discípulos?

Veamos lo que dice la biblia, para responder a dicha pregunta…

Antes de la fiesta de la pascua, SABIENDO Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, COMO HABÍA AMADO A LOS SUYOS QUE ESTABA EN EL MUNDO LOS AMO HASTA EL FIN.

El tiempo exacto en que Jesús le lava los pies a sus discípulos esta comprendido dentro de la misma noche en que Jesús fue entregado hacia la cruz, horas antes de la pascua. Que viene de la palabra hebrea pesakj (Paso de un lado al otro) horas antes que Jesús iba a pasar de este al mundo, al Padre.

El lavamiento de los pies a sus discípulos tenia varios propósitos.

1- DAR TESTIMONIO DEL INMENSO AMOR QUE JESUS BRINDABA A SUS DISCÍPULOS.

…”Como había amado a los suyos los amo hasta el fin.”

Que extraordinario es el amor de Cristo hacia con los suyos. Al leer que el amor de Cristo no había menguado en cuando a los desaciertos que habían tenido sus discípulos; por un lado me llena de consuelo que pese a los errores que uno pudo haber tenido en nuestra relación con Él, Dios nos sigue amando de igual manera. Y por el otro lado nos enseña que nuestro amor debe ser el mismo que el de él en relación a la gente que se equivoque con nosotros. COMO HABÍA AMADO A LOS SUYOS LOS AMO HASTA EL FÍN. ¡Cuan grande y maravilloso es el amor de Dios!

Uno generalmente al pecar o al equivocarse en diferentes momentos y situaciones, cavila en su mente si… Será que el Señor me ame menos ahora, será que lo que tenía pensado hacer conmigo, seguirá en pie, será que su gloria no se manifestará como antes etc. Todas estas cosas el hombre que quiere seguir a Dios conjetura, considera en su mente. Pero la buena noticia en este pasaje que el amor de Dios permanece para siempre para con nosotros y que “nada, ni nadie nos podrá separa de amor de Dios.”

2) DARNOS UN EXTRAORDINARIO EJEMPLO DE HUMILDAD.

El lavamiento de los pies en ese tiempo era realizado solo por los esclavos a sus amos, Considerado como el trabajo mas bajo de ese tiempo. Cuando el amo y dueño del esclavo llegaba a su hogar debido al polvo que quedaba adherido a los pies, el esclavo tomaba un lebrillo lo llenaba de agua, luego una toalla y comenzaba a lavarle los pies.
Jesús siendo el Rey de reyes y el Señor de señores y el unigénito Hijo de Dios se humillo al tal punto de hacer el mismo trabajo mas bajo de la sociedad actual que solo lo realizaban los esclavos de esa época.

3) ENSEÑARNOS UNA LECCIÓN ESPIRITUAL, SIMBOLIZADA EN EL LAVAMIENTO DE LOS PIES.

(Juan 13:4,5). Se levantó de la cena, y se QUITO SU MANTO, y TOMANDO UNA TOALLA SE LA CIÑO.
5. Luego PUSO AGUA en un lebrillo, y comenzó a LAVAR LOS PIES de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.

a) SE QUITO SU MANTO… Aquí el manto representa las virtudes y los atributos del Señor en Su expresión. Por lo tanto, quitarse Su manto significa despojarse de lo que Él es en Su expresión. Si el Señor hubiera permanecido en todo lo que Él era en Sus virtudes y atributos, no habría podido lavar los pies de Sus discípulos.

6. El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7. sino que se despojó a sí mismo, TOMANDO FORMA DE SIERVO, HECHO SEMEJANTE A LOS HOMBRES. (FILIPENSES 2:6,7)


b) SE CIÑO DE UNA TOALLA

Cuando el Señor se quitó de Su manto, se ciñó con una toalla (v. 4). Hablando de manera figurativa el hecho de que el Señor se ciñera significa que Él fue atado y restringido con humildad (cfr. 1 P. 5:5). En humildad Él renunció a Su libertad, para poder ministrar a Sus discípulos.

c) LES LAVO LOS PIES CON AGUA.

- El agua representa al Espíritu Santo de Dios.

El Señor lavó los pies de los discípulos con agua (v. 5). Aquí el agua representa al Espíritu Santo (Tit. 3:5), la Palabra (Ef. 5:26; Jn. 15:3), y la vida (19:34). Como veremos, el Señor nos lava espiritualmente por la obra del Espíritu Santo, por la iluminación de la Palabra y por la operación de la ley interior de vida. En las Escrituras estas tres realidades son representadas por el agua.

4) PARA MANTENER UNA BUENA COMUNIÓN CON DIOS Y CON NUESTROS HERMANOS.

¿Sabe usted cuándo los judíos practicaban el lavamiento de los pies? Particularmente lo practicaban al atender a las fiestas. El centro de una fiesta es la comunión. En la antigüedad los judíos usaban sandalias, y sus pies se ensuciaban fácilmente porque los caminos eran polvorientos. Si al llegar a un banquete se hubieran sentado a la mesa y hubiesen estirado los pies, la tierra y el mal olor incomodarían la comunión. Por lo tanto, para disfrutar de un banquete agradable, necesitaban lavarse los pies. Al ser invitados a una fiesta y para tener comunión entre sí, primero tenían que lavarse los pies. Sin tal lavamiento, la comunión hubiera sido dañada. Antes de reunirse para cenar y tener comunión en torno a la mesa, debían ser lavados. De otro modo, simplemente no hubiesen podido tener una comunión agradable. Además, ellos no se sentaban a la mesa como nosotros lo hacemos, sino que se reclinaban en el piso con sus pies extendidos, sin sillas ni bancas. Si sus pies estuviesen sucios, el mal olor hubiera sido horrible. A veces tenían que recorrer largas distancias por caminos lodosos. Debido a esto, sus pies se ensuciaban mucho y el mal olor que despedían era ofensivo si se hubieran reunido y hubieran estirado los pies, su comunión no habría sido muy agradable.
Ya que el Evangelio de Juan es un libro de señales, el lavamiento de los pies narrado en este libro también debe considerarse como una señal que tiene un significado espiritual. No debemos entender el lavamiento de los pies meramente en un sentido físico, sino en un sentido espiritual. Puesto que es una señal, tiene cierto significado, el cual nos muestra la comunión que tenemos tanto con el Señor como los unos con los otros. Si alguien viene y estira los pies sin lavárselos, la comunión de unos con otros será dañada. En este mundo tenemos contacto con la tierra diariamente. La tierra que tocamos nos ensucia y estorba la comunión que tenemos con el Señor y con los demás. Por lo tanto, el lavamiento de los pies significa que mientras permanecemos sobre esta tierra, el Señor como el Espíritu vivificante, lava nuestros pies, es decir, siempre mantiene nuestro andar limpio de todo tipo de suciedad causado por el contacto terrenal. Hoy en día debemos entender que el Señor desea lavarnos y mantenernos limpios del polvo que se acumula en nosotros debido al contacto terrenal.

5) DEJARNOS EL EJEMPLO DE CÓMO NOS DEBEMOS LAVAR LOS PIES LOS UNOS A LOS OTROS.

(Juan 13: 12-15)12. Así que, después que les hubo lavado los pies, tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?

13. Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.

14. Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, VOSOTROS TAMBIÉN DEBÉIS LAVAROS LOS PIES LOS UNOS A LOS OTROS.

15. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.

No sólo necesitamos el lavamiento que efectúa el Señor directamente, sino también el mutuo lavamiento de pies entre los creyentes. El Señor mandó que nos laváramos los pies los unos a los otros. Debemos lavarnos los pies los unos a los otros ministrando la obra del Espíritu Santo,. De esta manera, yo ayudo al hermano, el hermano me ayuda a mi y todos nos ayudamos. Siempre que los hermanos nos reunamos para tener comunión y para orar, debemos ministrar el lavamiento espiritual de los pies los unos a los otros.(No me refiero a hacerlo literalmente) Este mutuo lavamiento espiritual es el que nos mantiene limpios de toda contaminación terrenal. Mientras nosotros trabajemos y vivamos en esta tierra, necesitamos ser lavados por el Señor, por su Espíritu, por su palabra y necesitamos recibir lavamiento a través de nuestros hermanos con el fin de que nos saquemos del polvo que se nos pega en nuestros pies en nuestro andar por este mundo, Este polvo que se nos pega de lo terrenal no tiene que ver con el pecado, pero si con la inevitable contaminación al tener contacto con el mundo, Debemos servirnos los unos a los otros, debemos alentarnos los unos a los otros, debemos confesarnos los unos a los otros, preocuparnos los unos a los otros, para mejorar nuestra comunión en el cuerpo de Cristo y ser solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vinculo perfecto que es la paz pese a las diferencias que podemos tener entre nosotros.

Recordemos que esto Jesús primeramente lo hizo, en la reunión con sus discípulos, que más que una cena fue un culto espiritual, y que luego de haberlo hecho nos dio mandamiento a que también nosotros lo hagamos como discípulos de él para que lo ejerzáramos en el cuerpo de él.

Hernán García Romero

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